Para conservar al jaguar en un largo plazo en la Selva Lacandona se debe asegurar el hábitat para la especie que se encuentra en las zonas de influencia en las Áreas Naturales Protegidas. Un ejemplo de esto es la Reserva Comunal Sierra la Cojolita, así como los grandes manchones de selva que se conservan en la región de Marqués de Comillas gracias a los Pago por Servicios Ambientales, los cuales son cruciales para mantener la conectividad del hábitat para la especie en la región. Para detener el avance de la frontera agropecuaria y la deforestación en estas zonas nuestro programa promueve actividades productivas y económicas que beneficien a las comunidades locales para reducir la presión sobre estos sitios.

Adicionalmente, Jaguares de la Selva Maya fomenta vínculos internacionales entre México y Guatemala para conservar la población de jaguares compartidos por ambos países. Los jaguares de la Selva Lacandona y los jaguares que se encuentran en el resto de la Selva Maya en Guatemala pertenecen a una misma población. Para tener una estrategia sólida de conservación es necesario que los administradores de las Áreas Naturales Protegidas colindantes entre ambos países y las organizaciones no gubernamentales con incidencia en la región trabajen en colaboración para cumplir objetivos y metas en conjunto para conservar a esta especie.

Una prioridad es el mantener la conectividad entre las reservas de la región. Es por esto que nuestro trabajo se ha centrado en identificar zonas “críticas” dentro y fuera de Áreas Naturales Protegidas, potencialmente claves para la continuidad del flujo genético de los jaguares y otras especies. Además, promovemos acciones de restauración de hábitat en conjunto con otras instituciones y los pobladores que habitan en las áreas prioritarias de conservación y conectividad de las poblaciones de jaguar.